La última comida
“Todo el tiempo soñaba con cosas para comer”, me comentó Lolita Puelles, su amante, evocando 30 años después los detalles de aquel terrible martes. Había tenido un sueño en el cual iba a un restaurante y pedía un arroz con pollo, y por un momento se sintió dichoso en el sueño, pero al terminar éste se encontró cubierto de babas. El día de su muerte, Alberto Martínez se despertó a las 6 a.m. para esperar la llegada de la camioneta del chef.
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