El artículo “Derribando muros” publicado en la página web del periódico “El Comercio”, nos habla de cómo, a pesar de que la situación laboral de la mujer peruana ha evolucionado significativamente en los últimos 35 años, aún queda un largo camino por recorrer hacia una total igualdad de condiciones para ambos sexos. No solo el sueldo promedio de una mujer es más bajo que el de un hombre, sino que las cifras señalan claramente que el porcentaje de mujeres en cargos importantes en el país es muchísimo menos al de los varones. ¿Cómo explicar esto? La verdad es que por más evolucionada que esté nuestra sociedad, aún persisten muchos de los “antiguos prejuicios”, la mujer mantiene para muchos la imagen de “esposa, madre y ama de casa”, más que de trabajadora. Y eso me parece un problema muy importante que los peruanos debiéramos enfocarnos en corregir. En el artículo se señala que este prejuicio es aprendido por los peruanos desde la niñez temprana. Por ello, es desde los inicios de la educación del niño cuando se tiene que cambiar este modo de pensar: los hombres deben ver a la mujeres como iguales, y no inferiores, lo cual no es más que un pensamiento totalmente primitivo. La verdad es que, para salir adelante, el Perú necesita todo el trabajo tanto de hombres como de mujeres.
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