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domingo, 24 de octubre de 2010

Monopolio Electrónico



El día se hoy recibí una invitación inusual vía e-mail: a un juego de monopolio electrónico.  Creo que tuve la reacción más lógica a una invitación de naturaleza tal: "¿qué carajos es el monopolio electrónico?". Parecida fue la reacción de las demás chicas que recibieron lel e-mail, ya rapidamente se avino un tumulto de suposiciones, cada una más absurda que la otra: "¿se juega a través de internet?" (lo cual generó un torrente de "¿debo llevar laptop?") "¿El tablero es eléctrico?",  "¿Se trata de vende rpropiedades electrónicas?", etc. "Se juega con tarjeta de crédito" fue la para nada esclareciente respuesta de la dueña del juego. Yo, la verdad, no tengo tarjeta de crédito, pero decidí asistir de todas formas para curiosear este juego. ¿Gastarían las chicas dinero real?

En fin, apenas llgué a la casa pedí explicaciones respecto al tal "Monopolio electrónico". Resultó ser una versión mucho más "pituca" del clásico monopolio, donde la denominación más pequeña es 1000 y lo habitual es moverse en millones. Se podía adquirir propiedades americana tales como el puente de San Franciso y Hollywood (luego me enteré que el juego había sido adquirido en Los Ángeles). En lugar de la peiza habitual de perro, había un chihuaha dentro de una cartera,  así como un televisor de pantalla plana y un jet. Y en efecto, el juego venía con tarjetas de crédito en vez de dinero de papel, y con una pequeña máquina para poner, sacar, y transferir el dinero de dichas tarjetas. Vaya con la tecnología.

El juego resultó ser muy divertido (como todo monopolio), y finalmente todas convenimos en que era muy "ecológico" jugar de esa forma, ya que no se gastaba papel en cientos de billetes.

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